Había un video de una hembra bailando un reguetón portugués, tenía una lencería amarilla la gran puta esa y en el video baila sabrosísimo, blanca de piel y pelo rubio, una cara de deseo por lo ilícito que solo podría compararse a la maldad del mismísimo Bagayán... un exceso de voluptosidad era todo en ella y su danza, la demostración del placer biológico ancestral dignificado a su máxima expresión. No alcanzan los números para cuantificar la cantidad de pajas que me eché mirando a esa malparida. Dios la bendiga donde sea que esté. Pasé un tiempo deseando una idéntica para mí; la ley de atracción, en efecto, no sirve pa las cosas importantes. Se quedó en un deseo, en un simple ideal.
Un ideal como el que merece reformar la estructura social del mundo, invadir territorios y matar gente, matar a muchos con un solo propósito, el bien de la raza para ver si alguien logra sobrevivir hasta el momento último y dar por fin con el sentido axiomático de la existencia.
Que todos tengan la oportunidad de lograrlo es con lo que sueño, si se matan por pendejadas, ¿por qué no por un futuro donde Epicuro renazca en cada nuevo ser humano? Ahí donde la milicia es la cosa más menospreciada del mundo, donde las guerras suenen absurdas con solo nombrarlas; ahí en ese mundo donde pensar que un niño estaría aguantando hambre por dos días de andar descalzo, mientras busca trabajo a sus ocho años, sería un pecado digno de muerte para quien inflinja semejante cosa a otro ser. Y todos los niños de ese mundo mirarían con desprecio esa sociedad de mierda de la que llegaron, pero por fortuna encaminada a mediados del siglo XXI, a la reforma del sistema global dañino por uno de realidades placenteras, donde echarse un tabaco y llenarse de alcohol con la berga afuera en medio del parque, sería ignorado por completo, a la gente le valdría mierda lo que hiciera el otro, mientras no hiciese daño.
Donde el pobre será pobre por simple humildad de no querer estorbos en su camino, no porque no pueda acceder a los recursos de manera libre y gratuita.
Un mundo donde el dinero solo funcione para invertir y llevar más placer intelectual a las masas, mejorando así la raza en la siguiente generación.
Un mundo arreglado gracias a la reforma dolosa. Porque habrá dolor y desespero en las almas de los que servirán al sacrificio por la belleza de vivir.
Bonito será todo en aquél mundo, ni hospitales existirán porque las enfermedades habrán desaparecido, y entonces bien saludables, todos bien productivos estarán a la hora de alcanzar la meta global, explorar el espacio con total libertad.
Saber que llegamos a la civilización TIPO l en el menor tiempo y de la mejor manera, es con lo que me daría por satisfecho.
Malayasca
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Poemas, versos, cuentos, escritos varios (sin censura) y fotografía aficionada.
lunes, 24 de febrero de 2025
Soledad, Marihuana y Amparo
Mi padre no estuvo ausente, pero vivía demasiado ocupado para jugar conmigo y enseñarme a ver el mundo a través de los ojos del hombre. Y no lo culpo, había que mantener una familia.
La figura paterna entonces no la vi clara. Los otros niños hablaban de los suyos con orgullo. Yo intentaba seguirles en sus ideas, y decía algo del mío, era un líder social, como se les llama ahora, y sabía que lo admiraban, pero en el fondo sabía que era mentira, no podía admirar yo a un honbre que no me hizo entender lo que había que entender cuando era necesario. Creo empecé a buscar a alguien que guiase mi camino.
Sin embargo, han pasado ya los años suficientes para tomar decisiones de peso, y es la hora en la que me doy cuenta que me crie guiando yo mismo mis pasos, vaya tragedia, «el dolor es permanente, el sufrimiento es opcional», dicen los iluminados, me pregunto cuántos años me faltan para hacer de verdad lo segundo. Y entonces la tragedia radica en que no se debería permitir a un niño explorar el infinito universo mental por su cuenta que si bien es el camino más rápido, es el más duro para quién ha de recorrerlo.
He vivido mintiéndole a todo el mundo: nunca estaba bien cuando me lo preguntabab y, aún así, daba una respuesta positiva. Tenía miedo de que me miraran con ojos de cuestionamiento y empezarán a preguntar. Solo quería que escucharan, se sentaran y encendieran un cigarro y luego de un rato se fueran. No necesitaba palabras, solo necesitaba saber que alguien había ahí, pero eso no podría pasar jamas, porque jamás decía lo que pensaba.
Y entices fue que un día si darme cuenta había hecho de la marihuana mi dulce compañera en los momentos difíciles, la que entiende a la perfección lo que soy, no sé si debería ser así, pero es lo único en lo que soy bueno, echar un pipazo, y empezar a escribir tonterías.
Para lo demás no sirvo, sé hacer de todo, pero nada llena mi alma.
Y luego me pregunto de dónde salió esa chiquilla, y no tengo respuesta. Estaba ahí desde hace tiempo. Siempre estuvo ahí y yo no me enteraba.
La conocí en su momento, pero la olvidé por completo, y ahora, desde que llegó hace poco más de un año, no ha dejado de joderme la vida.
Y entonces me da miedo de que un día lo deje de hacer al descubrir que soy un hombre que nació sin luz.
Mis risas son fingidas muchas veces, tanto que a veces llego a maldecirla a un nivel del que para detenerme evitar seguir bajando empiezo a amarla a la fuerza, porque aunque mi Razón todo lo ponga en contra, mi Corazón como órgano principal solo entiende una: quererla con todas las ganas.
Me pone en conflicto el interior, y al final entre la Razón y yo prendemos un churro y empezamos a reflexionar sobre en qué momento y cuál de los dos erró los pasos de primero. Pero da igual, el Corazón tomó el volante hace rato y ahora no hay un solo día, que no esté pensando en ella y termino débil y vencido ante tal chiquilla. Ha protagonizado momentos horribles y, aún así, dice amarme, y entonces no hago más que creerle y le digo, te amo, y me doy cuenta que no hay mentira, no hay engaño, que la amo de verdad... y entonces me doy cuenta que estoy jodido.
Tengo miedo ahora en mi dentro, un miedo tan absoluto que duele y ¡oh!, desgraciado placer el mío, me gusta como se siente. Me gusta sufrir, esa la verdad, no he conocido otra cosa que haga darme cuenta el llanto purifica el alma y nada mejor que llorar por una mujer que fue echa a tu medida: con el suficiente genio, ingenio, y torpeza para hacer que cada día la ame más sin que yo me entere del porqué.
Malayerba
La figura paterna entonces no la vi clara. Los otros niños hablaban de los suyos con orgullo. Yo intentaba seguirles en sus ideas, y decía algo del mío, era un líder social, como se les llama ahora, y sabía que lo admiraban, pero en el fondo sabía que era mentira, no podía admirar yo a un honbre que no me hizo entender lo que había que entender cuando era necesario. Creo empecé a buscar a alguien que guiase mi camino.
Sin embargo, han pasado ya los años suficientes para tomar decisiones de peso, y es la hora en la que me doy cuenta que me crie guiando yo mismo mis pasos, vaya tragedia, «el dolor es permanente, el sufrimiento es opcional», dicen los iluminados, me pregunto cuántos años me faltan para hacer de verdad lo segundo. Y entonces la tragedia radica en que no se debería permitir a un niño explorar el infinito universo mental por su cuenta que si bien es el camino más rápido, es el más duro para quién ha de recorrerlo.
He vivido mintiéndole a todo el mundo: nunca estaba bien cuando me lo preguntabab y, aún así, daba una respuesta positiva. Tenía miedo de que me miraran con ojos de cuestionamiento y empezarán a preguntar. Solo quería que escucharan, se sentaran y encendieran un cigarro y luego de un rato se fueran. No necesitaba palabras, solo necesitaba saber que alguien había ahí, pero eso no podría pasar jamas, porque jamás decía lo que pensaba.
Y entices fue que un día si darme cuenta había hecho de la marihuana mi dulce compañera en los momentos difíciles, la que entiende a la perfección lo que soy, no sé si debería ser así, pero es lo único en lo que soy bueno, echar un pipazo, y empezar a escribir tonterías.
Para lo demás no sirvo, sé hacer de todo, pero nada llena mi alma.
Y luego me pregunto de dónde salió esa chiquilla, y no tengo respuesta. Estaba ahí desde hace tiempo. Siempre estuvo ahí y yo no me enteraba.
La conocí en su momento, pero la olvidé por completo, y ahora, desde que llegó hace poco más de un año, no ha dejado de joderme la vida.
Y entonces me da miedo de que un día lo deje de hacer al descubrir que soy un hombre que nació sin luz.
Mis risas son fingidas muchas veces, tanto que a veces llego a maldecirla a un nivel del que para detenerme evitar seguir bajando empiezo a amarla a la fuerza, porque aunque mi Razón todo lo ponga en contra, mi Corazón como órgano principal solo entiende una: quererla con todas las ganas.
Me pone en conflicto el interior, y al final entre la Razón y yo prendemos un churro y empezamos a reflexionar sobre en qué momento y cuál de los dos erró los pasos de primero. Pero da igual, el Corazón tomó el volante hace rato y ahora no hay un solo día, que no esté pensando en ella y termino débil y vencido ante tal chiquilla. Ha protagonizado momentos horribles y, aún así, dice amarme, y entonces no hago más que creerle y le digo, te amo, y me doy cuenta que no hay mentira, no hay engaño, que la amo de verdad... y entonces me doy cuenta que estoy jodido.
Tengo miedo ahora en mi dentro, un miedo tan absoluto que duele y ¡oh!, desgraciado placer el mío, me gusta como se siente. Me gusta sufrir, esa la verdad, no he conocido otra cosa que haga darme cuenta el llanto purifica el alma y nada mejor que llorar por una mujer que fue echa a tu medida: con el suficiente genio, ingenio, y torpeza para hacer que cada día la ame más sin que yo me entere del porqué.
Malayerba
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